jueves, 28 de abril de 2016

ALL IN ENGLISH


nos pretenden anglicanizar con el all in english, dando la enseñanza en inglés


     Primero comenzaron diciendo que era aconsejable que se diera alguna asignatura en inglés en el colegio y el instituto (además de la correspondiente de lengua extranjera) para que se aprendiera mejor.

     A poco, salieron con que había que dar la mitad de las asignaturas en inglés.

     Al principio, se hacían acuerdos entre colegios españoles y colegios ingleses, con fundamento en la reciprocidad; después ya sin pedir reciprocidad (a los ingleses, por supuesto).

     Ahora ya amenazan con que hay que darlo todo o casi todo en inglés, mayormente, en la Universidad.

     Oigo a no sé quién de uno de esos colegios o institutos que dice que está contentísimo de que sus alumnos puedan entenderse con nativos ingleses que no hablan palabra de español (aunque ignoro si esos nativos entenderán palabra de algún otro idioma, allende del inglés; barrunto que no).

     Oigo que otro ha dicho que el inglés ha de dejar de ser lengua franca para ser lengua académica.

     Veo un anuncio de una guardería, que, para atraer a los padres, dice que es totalmente en inglés. <<Haz a tu hijo bilingüe>> añade (supongo que por error; que querrá decir <<haz a tu hijo anglohablante>>).

     Veo autoescuelas que tienen escrito all in english. Estas ya, ni siquiera añaden el adjetivo <<bilingüe>>.

     Se publican libros en los que se dice que uno de los progenitores debería hablar a sus hijos, desde que nacieran, siempre en inglés.

     Compruebo también que todos los políticos están convencidos de que ganarán votos diciendo que anglicanizarán lo más posible la educación. Se han olvidado de que el artículo 3 de la Constitución, en su número primero, proclama que <<el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla>>.

     Hasta porque cierto jugador argentino de balompié no habla inglés -y usa con todos del español dondequiera que va-, hay algunos en España que parece que se escandalizan.

     A los españoles, sin duda, se nos ha encajado en el cerebro acabar con nuestra lengua. Los más anglomaníacos invocan la <<internacionalización>>, olvidando –intencionadamente- que el español es también una lengua internacional; y que, anglicanizándonos, ¿cómo se asegurará la mayor difusión de nuestro idioma? ¿Acaso, anglicanizada la mayor parte de los españoles, necesitaría un anglosajón estudiar español para entenderse con nosotros?

     Otros dicen que, cuando estemos tan anglicanizados como en Alemania, entonces <<empezaremos a disfrutar del español, como los alemanes de su idioma>>. Lo que no nos aclaran es a qué se refieren con <<disfrutar>> (¿a hablarlo solamente en casa?; ¿a usarlo para piropear y tratar de amores?) ni cuándo o de qué manera los anglohablantes comenzarán a disfrutar del inglés (porque presumo que ellos también tendrán derecho a disfrutar de su idioma, ¿o no?). Por otra parte, visto que en Alemania –y, sobre todo, en Francia- hay miles de personas militando en asociaciones que se oponen y manifiestan contra la imposición de la lengua inglesa (y en Francia hasta hay una ley –la ley de Toubon- que pretende combatirla), cabría preguntarse si, de verdad, allí la gente está disfrutando mucho de su idioma nacional a la par que el inglés le va ganando terreno.

     Tampoco nos explican cómo se asegurará que no se llene la lengua española de anglicismos; pues, si la ciencia y la tecnología pasan a hablarse all in english, no se pondrá cuidado en la adaptación de los neologismos. Y una lengua sin neologismos está en trance de volverse lengua muerta, al no poder expresar el desenvolvimiento de la vida y la sociedad humanas.

     En España es necesaria ya una ley como la francesa de Toubon.




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